Como de costumbre, destacaron las grandes editoriales como Anagrama, Esfinge, Amorrortu, Siglo XXI, Fondo de Cultura Económica, Editorial UNAM, Taurus, Plaza y Valdez, Alfaguara, entre otras. En las secciones en las que fue dividido el recinto, se encontraba literatura de todas las épocas, de todos los temas habidos y por haber.
Entrometiéndome en más compras ajenas, el testimonio de estudiante que visitaban la feria con su secundaria, reflejó el espíritu de los (escasos) jóvenes lectores que se inclinan por los llamados best sellers. Al pagar en caja, entre el agobio y la satisfacción, una adolescente desembolsó quinientos pesos: "Compré los de Crespúsculo", y en su bolsa mostró dos títulos de dicha saga.
Por un monto mucho menor, la colección Punto de Lectura, le ofrecía a esta novata lectora títulos como:
La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes: $93
Noches Blancas de Fiodor Mijalovich Dostoievski: (por sólo) $38
Frankenstein de Mary Shelley: $42
Aunque últimadamente, cada quien sabe lo que hace con su dinero. Sólo digo que por la mitad, tuvo la oportunidad empezar una biblioteca algo más completa. Sin embargo me llena de remordimiento esta puberta pase de Crespúsculo a ¿Por qué los hombres aman a las cabronas? y yo no hice nada para remediarlo.
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